PLANTA se presenta como un espacio para la reflexión, el conocimiento y la creación en el que se unen arte, ciencia, tecnología, responsabilidad social, medio ambiente y arquitectura.
Sorigué, con 60 años de experiencia en el mundo de la ingeniería y los servicios, fija a través de este proyecto las bases para su futuro e instala un punto de encuentro para todo el conjunto empresarial.
PLANTA convivirá con actividades de excavación, investigación, desarrollo tecnológico y producción agrícola. A través de este proyecto, el grupo empresarial da continuidad a los valores que han guiado su actividad desde los inicios, sobre la base de la perseverancia y el respeto.
Por su parte, la Fundació Sorigué, creada hace 27 años como parte de la política de responsabilidad social de Sorigué, establece en él su colección de arte y desarrolla nuevos proyectos vinculados con diversas disciplinas.
PLANTA se convertirá en un lugar de intercambio y promoción del conocimiento en el que se generarán sinergias entre arte y empresa. Esta fusión entre la colección de arte y el entorno en plena actividad industrial es uno de los aspectos diferenciales del proyecto.
La colección
La Fundació Sorigué trabaja desde 1999 en la creación de una colección de arte contemporáneo internacional formada por obras de todas las disciplinas.
Esta colección surgió de la decisión de Julio Sorigué y Josefina Blasco de compartir con la sociedad su pasión por el arte. El matrimonio comenzó su colección privada con obras de la pintura catalana del siglo XIX. Tras la donación de éstas a la fundación, se decidió ampliar este grupo de piezas con obras de arte contemporáneo, capaces de atraer el interés de expertos y la atención de las personas no entendidas.
Durante estos años, la fundación ha reunido más de 450 obras de artistas nacionales e internacionales y es considerada una de las colecciones privadas más importantes de España.
La fundación mantiene una activa política de préstamo a instituciones nacionales e internacionales. Ha prestado obras a entidades como el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Albertina de Viena, el Museo de Arte Santa Mónica de California, la Tate Gallery de Liverpool, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla, el Arts Santa Mónica de Barcelona, el Palazzo Fortuny de Venecia y el Museo de Bellas Artes de Boston, entre otros.
Enfoque conceptual
El fondo de la colección de la Fundació Sorigué reúne obras en torno a valores plásticos e intenta localizarse en los aspectos más sensitivos y emocionales del trabajo artístico.
La decisión de incluir una nueva obra se atiene a la calidad y a la aportación de la nueva adquisición en el conjunto. La colección por tanto, alterna artistas de prestigio internacional con autores prácticamente desconocidos. Se trata de una colección abierta que establece muchas conexiones entre diferentes lenguajes.
La colección tiene reservada una importante área dedicada a mostrar el desarrollo de las disciplinas tradicionales con los nuevos medios. Obras como la del norteamericano Bill Viola cumplen perfectamente con esa premisa: creaciones desarrolladas con una tecnología depurada y novedosa pero que se nutren de referencias constantes a la pintura y a la tradición.
Dado que la colección no pretende mostrar una visión global sino, más bien, un enfoque específico sobre diversas partes de la creación artística, su composición se articula a través de trabajos particulares de la producción de cada artista. Es por ello que la colección gira también en torno a conjuntos de obras.
Algunas obras
La colección cuenta, por ejemplo, con un notable conjunto de pinturas de gran formato del alemán Anselm Kiefer, así como una obra temprana de los años ‘80 y un libro estampado en xilografía.
Destaca también una de las representaciones más interesantes del sudafricano William Kentridge, formada por dos películas, una instalación y un grupo de dibujos. Además, tiene un interesante grupo escultórico de la colombiana Doris Salcedo. También sobresalen dos obras de gran formato de la etíope Julie Mehretu, y dos pinturas, dos esculturas, una escayola y un conjunto de dibujos de grafito sobre papel de Antonio López García que constituyen el mejor y más completo grupo de obras de este autor en una institución museística a nivel mundial.