Los menhires constituyen, junto con los dólmenes, los primeros testimonios arquitectónicos que conservamos y son la expresión más evidente del megalitismo, de la construcción con “grandes piedras”.

A pesar de que hoy muchos de ellos se encuentran aídos, todos ellos fueron levantados a partir
del período Neolítico, desde hace unos 7.000 años, cuando la agricultura y la ganadería se estaban desarrollando.

Es difícil explicar la nalidad de estos monumentos. Tal vez señalizaban un límite, o servían como referencia espacial, o tal vez fueran monumentos conmemorativos o incluso ídolos. Las teorías son muchas y variadas, pero ninguna está demostrada.

Existen menhires en todos los continentes pero los más sobresalientes se encuentran en la Europa Atlántica. De hecho, su nombre proviene del idioma bretón (men-piedra e hir-larga).

En Álava el primer menhir catalogado fue el de Akarte, en la Sierra de Entzia, que fue descrito en 1919 por los pioneros de la arqueología vasca T. Aranzadi, J. M. Barandiarán y E. Eguren. Actualmente conocemos en nuestro territorio24 menhires seguros y otros 13 posibles.