María Ruido es la artista ganadora de la 4a edición del Premio de Videocreación promovido por la Xarxa de Centres d’Arts Visuals de Catalunya —conformada por ACVic Centre d’Arts Contemporànies, Bòlit Centre d’Art Contemporani de Girona, Centre d’Art la Panera de Lleida, Centre d’Art Tecla Sala del Hospitalet de Llobregat, Fabra i Coats Centre d’Art Contemporani, MAC - Mataró Art Contemporani y Lo Pati Centre d’Art Terres de l’Ebre— LOOP Barcelona y Arts Santa Mònica.
Con motivo de la presentación del proyecto producido expresamente para el premio, se llevará a cabo una muestra de la artista, en la que se podrán visualizar sus cuatro últimos ensayos visuales. Estado de malestar (malestar_exhuberancia_anomalía), el proyecto de nueva producción, se presenta a la muestra a modo de díptico con su trabajo anterior, Mater amatísima. Imaginarios y discursos sobre la maternidad en tiempos de cambio. Ambos se introducen en el papel de la mujer contemporánea en una sociedad aún dominada por las lógicas del patriarcado, y en las disfunciones a las que tiene que hacer frente en relación con temas tan primordiales como la privatización del estrés y los tratamientos farmacológicos asociados a patologías como la anorexia o la bulimia, por una parte, y los conflictos y las contradicciones asociados a la maternidad y la crianza, por la otra. El díptico videográfico que completa la exposición ––con Le rêve est fini (El sueño se ha terminado) y L’œil impératif (El ojo imperativo)— analiza los mecanismos políticos, económicos y de representación con los que se perpetúa la huella del colonialismo y el neocolonialismo en los antiguos protectorados hispanofranceses del norte de África, mediante las políticas migratorias, el mercantilismo, la globalización y el imperialismo cultural, estético y social.
Las producciones de María Ruido se convierten en una experiencia de complejidad conceptual y formal en la que confluyen el apropiacionismo y el remontaje de metraje hallado, un vasto catálogo de citas de filósofos y teóricos, la grabación de entrevistas e imágenes de contextualización, la introducción de claras referencias personales y una elaborada reflexión sobre la cultura visual y las narrativas cinematográficas. Siguiendo los principios de libertad técnica y de expresión propios de la nouvelle vague, la artista subvierte la continuidad espacial y temporal de la composición y pone el acento en el lenguaje de la cámara y en el poder creador del montaje. De esta forma, construye relatos cuidadosamente estructurados que, posteriormente, confía al espectador en calidad de productor de sentido.