El paisaje es trabajado desde la experimentación plástica introduciéndose en un marco de factoría. Como en un laboratorio de pruebas, es expuesto como producto o parte de un proceso activo, de la misma manera en que se transforma en la Naturaleza o mediante la intervención humana. El territorio o más bien su mecanismo de cambio es traducido en una manipulación consciente tanto cromática como de surrealismo espacial.