Dolores Aguirrezala cuelga en Gran Vía el resultado de siete décadas dedicada a la pintura, en concreto, a la acuarela. De ella, en volúmenes como la Gran Enciclopedia Vasca, han escrito que “llega a cumplir las mayores exigencias de sencillez, el toque aparentemente descuidado, la indagación casi poética, la plasmación a través del encuentro casi simbólico del color con el que agua en un universo que se nos cuenta prácticamente por cauces de sugerencia”.
Periódicos como ABC han escrito de ella: “Nada mejor para la sensibilidad de Dolores Aguirrezabala que la transparencia de la acuarela a la que pide y de la que recibe espontáneamente grises a los que animan verdes diluidos entre rosas y sutiles azules, en estos paisajes silentes, llevados a cabo con una economía de medios poco o menos que magistral. Nieblas para un paisaje ensoñecido por la lluvia, vagos contornos para esta acusada geografía norteña tan propicia a la lírica”.
Esta artista nonagenaria residente en Logroño ha colgado su obra por medio mundo: París, Nueva York, Madrid, Palm Beach, Barcelona, Bilbao… y ha recibido premios de internacionales y nacionales, entre ellos el Diplome d’Honneur Salón Internacional de Biarritz en 1980 o el Segundo Premio del XII Certamen Nacional de Acuarela en Madrid en 1980 o el Premio en el II Salón de Verano de Nueva York en el año 1996. En el año 2002 obtuvo el Primer Premio del III Certamen Nacional de Acuarela “Villa de Caudete”y el Primer Premio de Acuarela en el 69 Salón de Otoño, Casa de Vacas, de Madrid.
Su obra llega ahora a Logroño, al Centro Fundación Caja Rioja-Bankia Gran Vía, donde podrá visitarse hasta el 18 de abril, de lunes a sábado, de 18:00 a 21:00 horas.