El proyecto 10 Songs: Whatever happened to my rock and roll toma de referencia el art-rock para la reflexión sobre el uso de la estética contracultural por parte de los mass media, los cruces de caminos entre la cultura pop, el minimalismo, y el arte conceptual.
El nombre de la exposición se inspira en el título del ensayo del crítico cultural de Greil Marcus La historia del rock and roll en diez canciones (2014), que ya exploró en Rastros de carmín (1989) las relaciones entre el punk, el dadaísmo y los situacionistas. Whatever happend to my rock and roll el subtitulo del proyecto, se corresponde con el titulo de una canción de la banda B.R.M.C, que toma prestado su propio nombre del grupo de motoristas al que pertenece Marlon Brando en la película The wild one (1953). A través de estas referencias y de las obras que se encuentran dentro del proyecto se analizan las confrontaciones abiertas con diversos aspectos de la cultura de masas procedentes de la música y el cine.
Los enunciados que componen las piezas proceden de títulos de canciones apropiados a modo de ready-made. El uso de esta estrategia, tiene como intención cuestionar estereotipos, ideas de originalidad, autor, propiedad y crear un paradoja tratando de mostrar la realidad que se encuentra debajo de la representación.
La obra funciona como generadora de significados en contra de la interpretación única. Mientras que el uso de la serie se aproxima a la producción industrial de imágenes y objetos del capitalismo, la utilización de materiales como el aluminio pretenden generar una reflexión acerca del conflicto entre diferentes valores, (valor estético, valor de uso, valor suntuario, valor de cambio) donde la obra de arte se define como un signo-mercancía.