Adolfo Manzano construye piezas para ser vividas. Entiende el arte como un diálogo entre la obra y su interlocutor. Un diálogo sugerente, poético, lírico y lleno de sensaciones que no se agota con la observación.
Como maestro de ese lenguaje, sus piezas están siempre dispuestas a empezar una nueva conversación y en esta exposición aborda el tema de la angustia, el desasosiego, la incertidumbre del individuo en un tiempo en el que la saturación de información e imágenes, le inmuniza frente al dolor, al espanto, frente a todas las obscenas mentiras repetidas, pero al tiempo le hace temer que, en cualquier momento todo se precipite sobre su cabeza.
Esta situación general, necesariamente , tiene su efecto en lo particular,
en lo personal, en la vida cotidiana. La muestra es una suerte de diario, de simulacro entre el anhelo de vivir la felicidad y el amor y la amenaza del miedo.
El dibujo, la escultura, el sonido, la costura..., diversas técnicas y disciplinas, dan cuerpo y sentido a un conjunto de obras que desde la sutileza nos invita a reflexionar acerca de: ¿qué eres?