La palabra “monstruo” viene del latín “monstrare” que quiere decir mostrar, enseñar.
Para mí la felicidad es la capacidad de mostrar, de expresar lo que hay, lo que sientes, lo que piensas, aceptando; mostrar los deseos, los miedos, lo imaginado, lo oído, vivido o soñado...
La pintura es la oportunidad de mostrar algo.
La pintura es la oportunidad de recibir algo.
Un cuadro es un lugar donde algo está pasando. La pintura me hace feliz y puede hacer feliz al espectador.
He aquí cuadros monstruosamente felices. Vivos y que hacen vivir.