Las fiestas navideñas nos hacen evocar nuestra niñez.
Ahora, nada mejor que la coincidencia de la exposición del artista Sirio ALI ALI, para revisar el mundo que nos ha tocado vivir y retornar en los soñados paisajes de su infancia, a la nuestra. Rememorar esa etapa de la inocencia, en que, con la cercana visita de los Reyes Magos de Oriente, aceptábamos con nerviosismo el rito de asumir el balance de nuestro buen o mal comportamiento, en espera del premio soñado.
Visualizar esa actividad de la noche mágica, para colocar nuestros limpios zapatos cerca del balcón , testimoniando el cumplimiento de la norma de esperar dormidos cuando llegaran, y preparar unas ofrendas de alimento para que continuaran el largo viaje.
Y, en nuestros sueños, viajábamos en camello por los caminos del desierto, descansábamos en oasis de palmeras, en ciudades con palacios, mercados de artesanías, iglesias y mezquitas. La meta, seguir una estrella que en el firmamento nos indicaba el camino para ser mejores.
Os deseo unas FELICES FIESTAS
Bilbao Diciembre 2014
Sol Panera