Gorka García, uno de los representantes pictórico de la muestra, es un joven artista licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. Poseedor de unas excelentes dotes dibujísticas, su pintura se caracteriza por un detallado estudio a nivel compositivo y formal. Ha sido becado en varias ocasiones, entre ellas en el año 2007 con una Beca de Residencia por la reconocida Fundación Antonio Gala. También ha participado en numerosas ediciones de FLECHA, así como en el Salón de las Artes Emergentes de GetxoArte.
En sus óleos Gorka traslada al espectador al interior de espacios industriales abandonados, con naves derruidas, cristales rotos, suelos encharcados y una atmósfera húmeda. Se trata de paisajes antropizados pero deshabitados en los que la poética de la ruina juega un papel determinante. La ruina como memento mori de un lugar que fue y que ya no es sino un lugar de escombros. Vanitas industriales de la acción del hombre.
Con numerosas exposiciones a sus espaldas, Jorge Hernández ha participado en muestras individuales y colectivas en Madrid, Barcelona, Sevilla, San Sebastián… y fuera de España en países como Suiza, Bélgica, Inglaterra, Londres, Portugal, Francia y Bruselas. También ha estado presente en ferias como Summa Art Fair, ARCO, Just Mad, ForoSur Cáceres y la Feria de Arte de Lisboa. Cuenta con numerosos premios y becas en su haber, destacando entre ellos la Beca Vázquez Díaz que le fue concedida por la Diputación de Huelva en el año 2012.
Los lienzos de Jorge Hernández recogen iconografías narrativas de reminiscencias cinéfilas. En ellas están presentes el cinema noir americano, el suspense hitchcokiano y referencias directas a directores como Kubrick. Cada obra, a la manera de un fotograma cuenta una historia y la pátina resinosa que las recubre encapsula las escenas otorgándoles atemporalidad y un cierto misterio. Los elementos descontextualizados y fuera de lugar que las conforman provocan desconcierto generando ambientes de tintes metafísicos y aire de ensoñación. Con cromatismos tecnicolor, estas obras remiten a escenas hollywoodienses de modo que el público que se sitúa ante los lienzos parece asomarse a una pantalla de cine.
La fotógrafa Ouka Leele es la representante femenina de la muestra. Figura carismática por su vinculación a la movida madrileña de los años 80, Ouka ha sido galardonada con el Premio Nacional de Fotografía en el año 2005. De formación autodidacta también pinta y escribe poesía. Poseedora de un lenguaje estético tremendamente personal que refleja influencia del teatro y del cine, ha llegado a trabajar con Pedro Almodóvar en el diseño de vestuarios y en la realización de carteles de películas con directores como Julio Medem. En el año 2013 comienza el proyecto “Miradas de Asturias” con la Fundación Masaveu donde plasma en un conjunto de fotografías su visión de Asturias y que actualmente se expone en la sala conde Duque de Madrid.
Las fotografías de gran formato que presenta en esta exposición muestran dos cuerpos femeninos desnudos, antagónicos en cuanto a rasgos físicos pero igualmente eróticos. A este dúo le acompañan un conjunto de fotografías en blanco y negro pintadas a mano con acuarela, en ellas fusiona dos de sus pasiones: la fotografía y la pintura. Nuevamente las protagonistas de estas imágenes son mujeres cada una de las cuales parece ser representante de una virtud. Éstas últimas son piezas realizadas en los años 80 y noventa que muestran cromatismos deudores de las artes tradicionales mejicanas.
En el apartado de escultura el protagonista es el catalán Samuel Salcedo, quien ha expuesto en numerosas ocasiones a nivel nacional e internacional en ciudades como Berlín, Zurich, Estrasburgo, Lisboa, Lille, Perpignan, Bolonia y Chicago. Su trabajo ha estado presente en destacadas ferias como la Art Fair 21 de Colonia, Art Miami, Art Madrid, Just Mad, la Scope Art Show de New York y Art Chicago. Además, su obra forma parte de importantes colecciones: Testimoni de Fundación La Caixa, Fundación Vila-Casas, Colección MEFIC, Collección Bassat y Fundación DKV, entre otras.
Con una obra figurativa nada convencional, Samuel presenta unas piezas tremendamente expresivas. Rostros, cabezas y cuerpos que transmiten distintas emociones. Caras que gesticulan haciendo muecas, riendo, poniendo puchero, sacando la lengua y cuerpos semidesnudos captados en su intimidad, como escrutados a través de una mirilla por el espectador que pasa a convertirse en un auténtico voyeur. En pequeño o en gran formato son personajes grotescos, ridículos o vulnerables portadores de sensaciones diversas que abarcan la inquietud, la ironía, la gracia o el desconcierto. Esculturas de significado abierto que no dejan indiferente a quien las observa.
Burkhard Schittny es un destacado fotógrafo alemán que ha desarrollado también estudios en Londres, además de haber complementado su formación en otras de sus ciudades de residencia como Barcelona y Hamburgo. Ese cosmopolitismo vital se traduce en su obra. Ha realizado numerosas exposiciones y, desde los años noventa, ha sido galardonado en múltiples ocasiones como finalista del Portfolio Review de la Photo Weekend de Dusseldorf, finalista en Descubrimientos de Photo España, finalista en Emergentes DST de Braga, (Portugal) y preseleccionado en los New York Photo Awards 09. Su trabajo está presente en colecciones como la Kunstbibliothek del Staatliche Museen de Berlín y en la colección de F.C. Gundlach.
Schittny aporta a esta exposición parte de su serie de fotografías subtituladas JFK. En ellas el leitmotiv es la urbe. Los protagonistas son edificios que aparecen difuminados o casi pixelados a modo de fantasmagorías arquitectónicas. La nitidez que se supone un valor añadido al medio fotográfico deja paso a una artisticidad de valores pictóricos. Son fotografías en las que las ciudades y sus viandantes parecen evaporarse sumergidos en el ritmo acelerado de toda urbe cosmopolita y global.