Ugalde, nacido en Bilbao en el año 1958, vive entre El Escorial y Berlín. Sus primeras exposiciones tuvieron lugar en el Madrid de comienzos de los años 80. Residió en Nueva York entre los años 1986 y 1989 y, a su regreso a España, formó parte del colectivo artístico Estrujenbank, desarrollador de un arte políticamente comprometido y en el que compartió filas con la artista Patricia Gadea y el poeta Dionisio Cañas, entre otros. El grupo Estrujenbank puso fin a su actividad en el año 1992. Después de esta experiencia reanudó su trabajo en solitario realizando numerosas exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional (Madrid, Barcelona, Santander, Valencia, Palma de Mallorca) e internacional (París, Brasilia, Moscú, Nueva York, Amsterdam, Basilea).
Su obra forma parte de destacados museos y colecciones como la colección Artium (Vitoria), Fundación La Caixa, Fundación Marcelino Botín, Museo Patio Herreriano de Valladolid, Colección Banco de España, Colección Banesto y Museo Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid. Además de haber recibido becas como la de la Fundación Banesto, la Fundación Marcelino Botín de Santander y el premio Altadis.
La postmodernidad, la paradoja, la ironía y la alucinación son elementos presentes en el trabajo de Ugalde. De una fuerte potencia icónica, su obra es agitadora de intelectos e incitadora reflexiva. Sus escenificadas imágenes emanan un fino sarcasmo hacia la realidad actual, hacia la llamada sobremodernidad en la que vivimos inmersos en palabras del antropólogo Marc Augé o los definidos como tiempos hipermodernos por Gilles Lipovetsky. Comenzó siendo la American way of life de los años sesenta y ahora es la sociedad postcapitalista, de la omnipresencia de los mass media, del consumo masivo y de la economía agresiva.
Deudor del arte pop, es un trabajo configurado a partir de técnicas y materiales diversos: pintura de trazos expresionistas, dibujo, fragmentos de fotografías propias o ajenas, recortes de ilustraciones infantiles o de figuras extraídas de los tebeos españoles, objetos cotidianos encontrados, grabados e imágenes procedentes del ámbito publicitario. También es habitual que introduzca mensajes y grafías en sus lienzos y dibujos.
Alicia Murría, crítica de arte y comisaria de exposiciones, ha definido su trabajo como casticismo kitch. En él, las iconografías procedentes de los medios de consumo (automóviles, electrodomésticos, envases de productos) se conjugan con figuras que habitan en la periferia de las ciudades, en barrios dormitorio, viviendas adosadas o en una naturaleza amenada por una supuesta civilización. Ello se traduce en una análisis meditado sobre el espacio que nos rodea y sobre la situación que ocupa el individuo en ese espacio, algo que, como señala Dennys Matos en un texto sobre el artista, alude a la problemática heideggeriana del habitar.
Las visiones de la realidad circundante que ofrece la obra de Juan Ugalde son reflejadas por el artista como un collage de elementos sin sentido y descontextualizados que aluden al caos contemporáneo. Por medio de la superposición de lenguajes plásticos Ugalde consigue traducir la escenificación que parece regir el mundo de hoy y ello a través de una obra de marcado contenido visdual pero también narrativo.