Siempre me han atraído las pequeñas casas que acompañadas de un árbol se ven con frecuencia esparcidas por el campo manchego. Antiguo cobijo de labradores y animales, sintetizan de alguna manera la relación entre hombre y naturaleza, metáforas de nuestro origen ancestral.
Este proyecto presenta una serie de fotografías que explora el diálogo entre casas y árboles, elementos constructivos y vegetales, lo humano frente a lo natural, y su integración con el paisaje que los rodea. Lugares y parajes de gran belleza cotidiana.
Para la producción de la serie se han envejecido papeles de algodón de alta calidad, de manera artesanal con tintes naturales y óxidos, que una vez secados se han copiado mediante tintas pigmentadas con técnica giclée. Los números al pie de cada imagen representan las coordenadas de la localización real de cada toma.