Cristóbal Quintero es un claro valor de la pintura sevillana actual, con una obra de sólida envergadura y manifiesta diversidad. Si alguna duda hubiese, la muestra que ahora presenta en Birimbao, confirma el nivel óptimo de su momento creativo donde convergen, tanto su frescura inventiva, como su riqueza imaginativa. El resultado final son espacios de luz, forma y color que ofrecen al espectador, historias que el artista gusta de construir en base a saberes sobre todo lo que es Pintura. A esa Historia se aplica con una manera muy personal.
Si en la exposición anterior: “Historia Pintura” él mismo nos indicaba que: “Metía la cabeza en cada ventana de la Historia para “ilustrar e individualizar” momentos”, en esta ocasión, en cada obra, podemos encontrar trazos, rasgos, alientos de cualquier época porque en su particular interiorización de la pintura, Quintero marca tiempos, experiencias, técnicas e imágenes personales, bellas, profundas, muy suyas, únicas.