El delicado dibujo y la precisio?n en la composicio?n son los principales aliados de Sanz Alcayne (1945); destacan, ya a simple vista, en su obra ma?s reciente.
Es al mirarlas con detalle que se pueden apreciar los detalles, minuciosos y realistas, que resultan cuadros redondos, acabados y maduros. El color es vivo, intenso y matizado, sin embargo, por una luz i?ntima que lo enriquece y lo degrada hasta el negro del fondo, que realza la composicio?n.
Objetos casuales, libros antiguos, velas apagadas, una pipa vieja, unas gafas olvidadas…
Todo esto reposa, con solemne armoni?a, sobre la mesa de madera, configurando una composicio?n familiar por el pintor y todos aquellos que contemplan su obra, que hace de la pintura de Sanz Alcayne un estilo muy personal y distintivo.