Medio centenar de cuadros de formato pequeño protagonizados por uvas y membrillos en sus tradicionales bodegones, serie sobre toreros, donde mima las atmósferas, sin olvidar diversos cuadros de paisajes y otros donde aúna la naturaleza con desnudos.
También consagra varios lienzos únicamente a la figura humana aislada con rostros con unas singulares miradas fijas.