El tiempo que huye
La obra que presenta Armando Arenillas en esta muestra es un ejercicio de musicalidad sonora, sobre todo es una cuestión de unidad en su variedad, es la sabiduría a través del tiempo que huye, la armonía...La proporción...El equilibrio...El espacio...El trabajo...La materia...La filosofía...Lo esencial...La ensoñación.
El soporte-papel y el pigmento diluido cobran una nueva realidad, la verdad la presenta el artista de una forma desnuda, primigenia. El tiempo es muy corto, no existe, la obra profunda y real comparte narración y descripción, un discurso directo con un discurso indirecto, donde los motivos de periodo en periodo forman y aglutinan una interdependencia lógica entre las distintas obras.
La “esfumatura” en el plano la resuelve de una manera admirable, Armando Arenillas artista del orden y la coherencia tiene la necesidad de reducir todo el Arte, en un gesto, en una mirada, en lamemoria sincera del tiempo evanescente.
Mariano Olcese