Conceptualmente el pintor da forma a su creación mediante una fórmula pictórica novelada, narrando visualmente los pensamientos y vivencias de un personaje principal de identidad desconocida, permitiéndonos así analizar a través de la mirada critica la homeostasis de un individuo.

En este fragmento el protagonista se sitúa en un lugar remoto, en absoluta soledad, este vacío le produce un intenso debate interno que le aleja aun mas del exterior y comienza a vivir de vagos y entremezclados recuerdos del pasado.

De estas caóticas reminiscencias nace un mundo visual, con títulos “como espía ruso” o “prismas diesel”.