Regeneramos diariamente nuestras células, reinterpretamos pensamientos, percibimos emociones surgir y desvanecerse, no somos los mismos que éramos 10 años atrás. Hay una capa constante de cambio que no podemos percibir con total claridad.
“Personal Abstractions” es una serie de pinturas y piezas cerámicas que reflexiona sobre potenciales formas de ser. Cada obra parte de un personaje y propone una lectura sobre esta dinámica a través de la suma de capas de color y forma. Hacer convivir la figuración con la abstracción, pone en el mismo plano aquello que se puede reconocer y etiquetar, la fisicalidad de las cosas, junto con lo que desconocemos y por tanto se dispone a ser explorado.
La muestra es una serie de instantáneas, tomadas en algún momento presente, que revela un universo alternativo al de las apariencias. En definitiva, una serie de ejercicios que hace foco en el silencioso proceso del devenir.
Detrás de nuestra capa más física, somos principalmente una combinación de color, forma y patrón. Abracemos nuestro lado más abstracto.
Denise Hermo
1988, Argentina
Nace en Buenos Aires, estudia publicidad y dirección de arte, dirigiendo su camino profesional entorno al diseño gráfico y a la ilustración trabajando para marcas internacionales y locales en diferentes proyectos gráficos y publicando su trabajo en revistas de América Latina, Europa y Japón. Durante este tiempo desarrolla un estilo personal que luego traduciría en otras formas de arte visual.
”Aprendí el oficio del color y de la composición, con un leve síndrome de “Cmd+Z”. Para alguien acostumbrada a manipular píxeles, los desafíos que la pintura venía a ofrecer, me resultaron sumamente estimulantes. Experimentar con un medio que le de besos al error me pareció la dirección correcta. La superposición de capas, la acumulación de materia, las variantes en cada pincelada y sobre todo, las posibilidades cromáticas; cada aspecto abría caminos dignos de ser explorados.”
Se muda a Bélgica en el 2014, dónde comienza el proyecto “Personal Abstractions”, un ejercicio fundamentalmente de introspección que habla sobre nuestra naturaleza de cambio constante.
Rothko una vez dijo, “una pintura no es una imagen de una experiencia, sino que es la experiencia”. En última instancia la combinación de color, forma y patrón, puede hacer escalar una escena en una dimensión muy diferente, donde lo sensorial se vuelve