La exposición "La Colección del IVAM XXV Aniversario" quiere ser una mirada sobre el arte del siglo XX a partir de obras fundamentales de su Colección. Está organizada en tres fases o etapas, pensadas cronológicamente y formando constelaciones que articulan los diferentes momentos.
La primera etapa va de los años 20 hasta el final de la Segunda Guerra mundial. La primera sala se centra en la obra de Julio González en diálogo con Torres-García, David Smith, Brancusi, etc. Ellos interpretan el esprit de las Vanguardias históricas que hallarán su expresión en las tesis del Futurismo, del espacialismo geométrico. El Dadaismo y el Surrealismo ocuparán el centro del debate artístico en los años 20. De Duchamp a Tristan Tzara o André Breton discurre una línea de nuevos lenguajes que irrumpen en una sociedad asomada a un final de época. Los nuevos formalismos tan cercanos al esprit nouveau de la Arquitectura se darán la mano con el apasionado viaje del Constructivismo ruso de Rodchenko, Popova, El Lissitzky o Malevich. Todos ellos, su heroísmo y entusiasmo revolucionario, terminarán en la catástrofe que fue la Guerra civil española y la Segunda Guerra mundial. Ahí están los documentos de un final de viaje que desde los materiales del agit-prop rusa, los trabajos de George Grosz o los fotomontajes de John Heartfield o Josep Renau junto a la alegoría de Jacques Lipchitz, Prometheus Strangling the Vulture, expresan el sentido de esta tragedia.
La segunda fase recorre los años que van desde los 50 a los 90, cuarenta años fundamentales en la historia del arte del siglo XX. A las consecuencias de la guerra responde el arte buscando nuevos lenguajes, que abandonan todo formalismo. Informalismo europeo y Expresionismo abstracto americano son las dos líneas que trazan los nuevos mapas del arte. Desde Dubuffet o Tàpies, o desde Pollock, Kline o Barnett Newman, pasando por los Soulages, Asger Jorn, Saura, Millares, Chillida o Chirino encontramos las líneas de un nuevo mapa del arte. Que hallará en los grandes artistas americanos como Jasper Johns o Robert Rauschenberg su expresión más alta y representativa. Paralelamente la aparición del Pop art, como nuevo lenguaje atento a las dimensiones de un nuevo orden de las cosas y del mundo, el llamado American Way of Life que artistas como Warhol, Rosenquist, Baldessari o Lindner interpretan. Frente a la lectura propuesta por el Pop art otros lenguajes buscarán recuperar una verdad del arte, más cercano del concepto que de los media y que artistas como Richard Serra, Robert Smithson, Gordon Matta-Clark o las fotografías de Bernd y Hilla Becher entre otros expresan.
La tercera etapa de la exposición recorre los años que van de los 90 hasta hoy. Se ha hablado de un giro ético en la cultura y el arte se carga de preguntas. Cuestiones como la de la identidad, en todas sus declinaciones, la memoria y el archivo, la homologación cultural y las formas múltiples de la resistencia, son hoy argumentos fundamentales que el arte contemporáneo interpreta y dilucida. En esta dirección podemos ver obras relevantes de Robert Rauschenberg y Tony Cragg, Sean Scully, Cristina Iglesias, Juan Muñoz o Cabrita Reis. El duelo de Christian Boltanski junto a obras de Zoran Music, Carmen Calvo, John Davis, Bernardí Roig o Darío Villalba. Prestando atención especial a obras de Baselitz, Lüpertz o Magdalena Abakanowicz. Sin olvidar la presencia de fotógrafos que desde Gabriele Basilico a Joan Fontcuberta o José M. Ballester son ya una referencia en la historia de la fotografía contemporánea. Para concluir con el espacio virtual de un acontecer permanente que Antoni Muntadas vuelve a ofrecernos como la verdadera medida del mundo. En definitiva un viaje que desde las Colecciones del Ivam nos permite acercarnos a los problemas del arte del siglo XX.