La Colección Fundación Caja Mediterráneo está compuesta por 213 obras de arte. Pintura, escultura, fotografía, video, instalaciones, técnicas digitales… que recorren la obra de 126 artistas imprescindibles en el panorama español contemporáneo, desde la transición democrática hasta nuestros días. La Colección está depositada en el MACA por un periodo de cinco años, gracias al convenio suscrito por el Ayuntamiento de Alicante y la Obra Social Caja Mediterráneo. La revelación de la pintura… reúne una selección de obras de distintos artistas que tienen en común el gusto por la pintura.
¿Es posible hablar de pintura en el siglo XXI? ¿Hablar la pintura o de la pintura? La pintura misma parece detenerse en la frontera de una superficie configurada por dos variables: la química y el gesto. Las reacciones de elementos químicos como los pigmentos de color, sustancias ligantes y aditivos, volátiles o sólidos, sintéticos o naturales, son la prueba científica de que la pintura existe.
La forma de aplicar este compuesto coloreado de consistencia pastosa o liquida es lo que conforma el gesto y atrapa el tiempo, siempre fragmentado. Pero será la mirada (del pintor y del espectador) quien otorgue “sentido” al resultado. La pintura, esa “superficie accidentada”, tal vez de intensidad dramática, se revela en esta exposición tan presente en algunos cuadros como ausente en otros. Ventana por la que penetrar en un mundo inmaterial o muro texturado donde apreciar los pliegues de la materia. Olvido del objeto de la representación y hechizo del texto o de la textura. El pincel imperceptible y cierta sensación de acuosa transparencia.
Artistas que a través de la pintura establecieron una forma de mirar el mundo que ha condicionado nuestra contemporaneidad. No es posible hablar de pintura española sin Joan Hernández Pijuan o Jordi Teixidor ni Carlos León, Alfonso Albacete, José María Sicilia o Prudencio Irazábal. Para cuando creíamos que la pintura había muerto para siempre, llegaron José Manuel Ciria, Antonio Mesones, Sergio Barrera, Juan Olivares, Nico Munuera y Oliver Johnson para desmentirlo. La espuma de los días, título de la novela de Boris Vian y de la escultura de Susy Gómez nos recuerda ese lugar imaginario donde no estuvimos nunca.