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Ex ungue leonem. Cabezas de mármol del Maestro de Cabestany
Ex ungue leonem. Cabezas de mármol del Maestro de Cabestany
Exposición
Hasta el 28 de septiembre
 
  MNAC. Museu nacional d´Art de Catalunya
Parc de Montjuïc, s/n
08038 Barcelona 
web: www.mnac.cat
 

Coincidiendo con la celebración del Congreso Internacional de Románico que el museo organiza en colaboración con la British Archaeological Association, en las salas de la colección permanente se podrá ver un conjunto de piezas del Maestro de Cabestany.

Ex ungue leonem, locución latina, que se traduce ‘por la garra (se conoce) al león’, alude a que a partir de un fragmento de un conjunto podemos tener una imagen de su totalidad, como sucede en el caso de las piezas de mármol que aquí presentamos.

Las cuatro cabezas de mármol que presentamos son fragmentos procedentes de la portada de Sant Pere de Rodes, obra maestra atribuida a uno de los escultores más sorprendentes del románico, el llamado Maestro de Cabestany. Su producción se ha localizado en diversos lugares de la Europa meridional, desde la Toscana (Italia) hasta Navarra, aunque la mayor parte de ejemplos conservados se encuentran en el norte de Cataluña y en el Languedoc.

La portada había sido construida, probablemente, durante las décadas centrales del siglo XII, y contenía temas del Nuevo Testamento. Fue destruida hacia el primer cuarto del siglo XIX, aunque han sobrevivido unos pocos restos, dispersos. Las cabezas muestran un trabajo preciso, que combina altas dosis de expresividad con un acentuado sentido del volumen, revelando a su vez el conocimiento de los relieves de los sarcófagos antiguos.

Hay que recordar que la palabra mármol proviene del latín marmor, derivada del griego clásico marmairon, que significa ‘brillar’. Este material gozó de gran prestigio en la Antigüedad, que se fue manteniendo durante la edad media, cuando también se encuentra en los edificios. Las cabezas que mostramos, arrancadas de su lugar de origen, han adquirido valor por sí mismas gracias a una talla que las hace brillar, como si de joyas de la época románica se tratase.

 
 
 
 
Museo Lázaro Galdiano