Varela Inédito. Espacio dentro de la exposición Emilio Varela en la colección de Diputación de Alicante.
Planta Baja. Sala Emilio Varela
Emilio Varela y su obra pictórica continúan sorprendiendo con el descubrimiento de nuevos rasgos de su personalidad y con obras inéditas. Su sencillez e introversión reflexiva y silenciosa le hicieron parecer de ánimo vacilante, apocado y temeroso, lo que enmascaró su elevada inteligencia y exquisita sensibilidad humana y artística.
Poseedor de una conciencia creadora, su percepción estética de la ciudad de Alicante y de los valles y cumbres de Aitana, que fueron sus lugares predilectos y su paraíso emocional, los plasmó en sus obras pictóricas con una visión nueva, más clara, más honda, como iluminadas con proyección de infinito o eternidad.
Amante de la paz, devoto de la amistad y con silente pasión por la cultura, atesoró valores que muestran gran parte de sus cuadros, especialmente los que pintó en el período de 1920 a 1936.
En su formación cultural tuvo gran influencia su relación con relevantes personalidades. Es conocido que fue alumno predilecto de Sorolla -quien escribió en una foto "A Varelita, que ve el color mejor que yo"- y también que fue amigo de Germán Bernácer, de Oscar Esplá, de Gabriel Miró, de Juan Vidal y de otros ilustres alicantinos, siendo desconocida hasta ahora su fecunda relación con importantes creadores de las vanguardias del siglo XX entre los que figuran varios poetas de la Generación del 27 como Pedro Salinas y Jorge Guillén, pintores como Vázquez Díaz, compositores como Ernesto Halfter, el musicólogo Adolfo Salazar y otros intelectuales por los que fue apreciado hondamente, compartiendo con ellos muchas jornadas en Sierra Aitana.
La rica personalidad de Varela, en buena parte inédita, se nos descubre lentamente con la aparición de documentos hasta ahora desconocidos: cartas que revelan un elevado espíritu, nobles deseos y emociones: "... un barquito de velas blancas, como alas de ave en vuelo de paz... de paz.. ¡de PAZ!... Muchos recuerdos a las cumbres, pinos, pájaros, aguas y aires de nuestra Aitana" dice en una de 1938-, o fotografías interesantísimas como las que aquí mostramos de Varela con destacadas personalidades. Permanecen igualmente inéditos muchos de sus cuadros, celosamente guardados en espacios preferentes de hogares, despachos e instituciones españolas, así como en Santiago de Chile, Londres, Manila, Nueva York y en otros lugares lejanos e insospechados. El afán por poseer y disfrutar sin límite las pinturas que impresionan hondamente a sus propietarios ha impedido que hayan podido verse buena parte de ellas. Las cuatro inéditas que aquí se exponen, cedidas por la familia Sánchez Mateo, son parte de una de esas colecciones reunidas con pasión por su pintura.
Manuel Sánchez Monllor
Mayo 2016