Este inmenso y emocionante trabajo, realizado durante los últimos dos años, ilustra el recorrido vital y profesional del asturiano de Agüeria Alfredo (1933), Premio Nacional de Ilustración 2017, desde su infancia en tierras de minería y vacas, sus años de seminario con los dominicos, o sus inicios en el mundo de la publicidad y la ilustración, hasta hoy en día; así como sus viajes en busca de ciudades y paisajes que dibujar por todo lo ancho del mundo. Maestro del dibujo –precursor de los actuales urbansketchers y de toda una generación de ilustradores–, Alfredo recorre en esta muestra imprescindible la historia de los últimos ochenta años de nuestro país.
Mauricio d’Ors, comisario de la exposición
“Los dibujos que ahora expone el Museo Barjola forman parte del corpus ilustrativo de sus desmemorias, La ventana de atrás, y son la quintaesencia, plena de savia y sabiduría, del que para muchos de nosotros es uno de los grandes maestros de lo que al principio llamé «artesanía» y ahora llamo «arte», porque ambos términos pueden convivir sin tensión cuando nos referimos a los mejores. Y no son dibujos encuadrables en esta u otra categoría o tendencia, de las muchas que los críticos barajamos como divertimento, sino que son EL DIBUJO, la huella de lo que un buen dibujante persigue toda su vida como un obsesivo rastreador, aprendiendo primero y desaprendiendo a partir de un momento dado, siempre a base de instinto, y nunca conformándose con los cicateros y anémicos logros. EL DIBUJO: lo que queda cuando el buen dibujante ya no forma parte de los que se emborrachan con su pericia, sino que está plenamente solo... o, como aquí, a solas con sus recuerdos”.
Felipe Hernández Cava