Una completa reconstrucción histórica de las almadrabas, su importancia socioeconómica y el papel que en la pesca de atún tenían los habitantes de la Marina Baixa, especialmente los hijos de Benidorm, se exhibirá en el Museo municipal Boca del Calvari de Benidorm, del 24 de marzo al 28 de mayo.
Organizado por la Concejalía de Patrimonio Histórico y Cultural, la comisaria de la Exposición, la escritora y periodista Ángeles Ruiz, autora de la publicación ‘De atún, almadrabas y sus capitanes’, ha realizado una extensa investigación sobre las almadrabas y un trabajo de campo consistente en entrevistas y localización de documentos escritos y gráficos. La exposición se ha realizado con un esquema de comunicación didáctico.
La exposición pone de manifiesto como los capitanes de almadraba, arráeces de Benidorm, eran solicitados por su pericia y conocimiento en este complejo arte de pesca y siguiendo el rastro de los cardúmenes de atún capitanearon la mayoría de las situadas en el Mediterráneo, el Atlántico oriental, Marruecos y Túnez, teniendo también presencia en Argel y Sicilia. El dominio de los técnicos de Benidorm no deja de crecer y evidenciarse desde el siglo XVIII hasta bien entrado el siglo XX. Los hijos de Benidorm y La Vila Joiosa no sólo ejercieron como capitanes o realizaron distintos oficios en la pesca de almadraba, también fueron destacados armadores, administradores y accionistas de las almadrabas.
Apartados temáticos
La exposición está estructurada en apartados temáticos. La planta sótano, sumerge al visitante en la vida secreta del atún rojo, un coloso del mar que surca las aguas cada temporada, recorriendo miles de kilómetros, desde el Atlántico norte al Mediterráneo, una y otra vez, durante toda su vida para desovar en el lugar donde nació. A lo largo de la historia; fenicios, cartagineses, griegos y romanos han apreciado su fina carne, rica en proteínas y apta para su salazón.
En la planta baja se podrá visualizar el particular microcosmos de la almadraba, una ciudad construida entre las olas con redes boyas, cables y anclas. El visitante realizará un recorrido histórico, desde la antigüedad hasta nuestros días; desde la acuñación de monedas con el atún como símbolo, a las famosas salsas garum que sedujeron a los paladares romanos.
En la planta primera se desvela como fueron los técnicos de Benidorm los que dirigieron la mayoría de las almadrabas, llegando a establecerse en el municipio auténticas sagas de capitanes. Pero los mandos no viajaban solos, les acompañaban un buen número de experimentados hombres de mar de la zona. Ya en 1795, las ocho almadrabas caladas de Tortosa a Cartagena estaban a cargo de capitanes de Benidorm y contaban con 150 matriculados de esta localidad. En la segunda planta se incluyen imágenes de un reportaje realizado por el fotógrafo Jaume Fuster en un trabajo guiado por el capitán Jacinto Vaello.
La exposición “Almadrabas y sus capitanes” nos retrotrae a las almadrabas y almadrabillas caladas en Dènia, Xàbia, Calpe, Moraira, La Vila Joiosa, Benidorm y Tabarca. Hoy las almadrabas alicantinas pertenecen al pasado. Su desaparición la provocó la disminución de las capturas, el aumento de los costes de los materiales y de la mano de obra, así como la moderna tecnología pesquera.