" Desde pequeña he adorado el arte, todo aquello que
sale del corazón de una persona y se plasma en cualquier
lugar para emocionar a otras. Y entre todas las artes, especialmente
me entusiasman la pintura y la fotografía.

Contar historias a través de una fotografía es algo que
requiere pasión por lo que uno hace, por lo que uno mira, y
también una buena dosis de paciencia: pasas horas observando
cómo se mueve el mundo a tu alrededor, a veces
incluso días, con la intención de congelarlo en el momento
preciso.

Disparar y capturar una imagen es relativamente sencillo,
lo complicado es lograr que esa imagen transmita algo
al espectador, que tenga vida propia, en definitiva, que
tenga «alma».

Me propuse mezclar esas imágenes con lo que brotaba
de mi pincel, con lo que salía de mi imaginación, creando
una mezcla extraña que no retrata otra cosa sino la vida a
través de mis ojos.

Gente llorando o riendo, homeless, prostitutas, vagones
vacíos, niños jugando, el mar con su infinita belleza...
la vida corriente es extraordinaria y descubrirla
es algo apasionante."