Andaluz, nacido en Jaén y afincado en Granada estos últimos años en Maracena, donde se inicia en el mundo de la pintura. Alumno del pintor Miguel Hita Martín y de Asunción García del Mármol «Asun».
Atrapado en este difícil arte continúa vorazmente y se matricula en Bellas Artes para mayores de 50 años. Allí conoce a la profesora D.ª Elizaberta López Pérez, quien le da clase de Arte y Creatividad y sabe inculcarle y sacarle lo que muchos no saben definir y que en una excepcional ocasión el pintor Fernando González, visitando los talleres de pintura locales, reveló con un «tiene duende». Inyección de adrenalina que le sirvió para animarle en su obra. Conoce al pintor granadino Pepe Cañas, descubriendo aficiones comunes y nuevos colores.
Observador fiel y conocedor de los últimos pintores de esa época prodigiosa de la pintura en Granada: Gabriel Morcillo, López-Mezquita... Junto a Jesús Conde Ayala profundiza en el mundo del dibujo y el carboncillo.
Cargado de esa poesía sencilla, natural, fresca... fuerte y pesimista en su contexto; impregnado por la poesía de Miguel Hernández que el pintor leía desde su juventud, junto a la de Machado y Neruda, respiraba la esencia lorquiana de nuestra tierra.
Se asoma a temas siempre vivos para él como la vejez, los paisajes y las mascotas.
Involucrado en el proyecto de colaboración con la Universidad Argentina de Río Cuarto en la que importantes escritores mandan sus narraciones debiendo la Universidad Granadina a través de sus alumnos acuarelarlas con imágenes, ilustrando un relato de Susana Carbonari.
Sigue su caminar, agradecido a cuantos compañeros lo han apoyado y le quieren.