De la creación sin carreras conceptuales al trabajo generoso de comisariado para volver al lugar, al instante, del que nunca partió: la pintura. De lo ajeno a lo propio para llegar, regresar, sumergirse, en la unidad de lo indefinido y siempre sorprendente....
Igor Torres confiesa qu es lento pintando, pero no deja de pintar curiosamente, paradójicamente.... Su casa lo demuestra. No hay ángulos perdidos. Cualquier centímetro cuadrado, lineal (impreciso entre hallazgos matéricos), ordenada o desordenadamente, da fe de su incensante trabajo físico y psíquico.
Entidad organizadora: Instituto Municipal de Cultura y Turismo del Excmo. Ayuntamiento de Burgos junto con la Universidad de Burgos.