Stripped es el título de la última exposición de Amaia Gracia para el gabinete abstracto de la sala Rekalde. Una sola palabra que dice mucho y que aborda la obra con una actitud directa. Stripped en inglés, significa desnudarse, desprenderse, deshacerse de, es lo que la artista ha hecho. Despojarse de la línea de trabajo de su obra anterior y trabajar desde una nueva perspectiva. Aborda esta muestra desde una intimidad en la que solo ella es cómplice de su proceso.

Tras dos años de producción en el taller y su paso por Kalostra, Amaia decidió enfrentarse cara a cara consigo misma y ver qué era lo que realmente estaba buscando en su obra, romper con los estilos y las ideas preconcebidas y ponerse a trabajar una vez más hacia un primer gesto de contacto con la materia.

La obra que configura esta exposición no responde a una idea de proyecto, sino a su propio funcionamiento. Amaia ha trabajado en cada una de las piezas buscando su propio sentido identitario. El discurso no le quita esa parte que ya tiene el objeto. Trabaja en los objetos desde el cuerpo, la sensualidad de las curvas en los convexos y la seducción en los cóncavos. Presenta imágenes de diferentes momentos de su proceso creativo que juntas activan un nuevo significado.

Ante los ojos de la artista en su proceso de cambio, sale de la mirada del observador en el paisaje pirenaico para centrar su atención en su propio cuerpo, en su entidad de sujeto. La observadora se observa a sí misma. Una mirada hacia adentro en la que su reflejo es el objeto escultórico. Lo que vemos no es la representación de su cuerpo, sino la insinuación metafórica que representan sus esculturas. En algunas piezas está presente el cuerpo completamente visible, en otras, en cambio está tras el velo del material traslucido. Las dos partes son la misma imagen, son la pieza.

El proceso de la obra pasa por mirar a través de su retina en una búsqueda intuitiva. Mira, coge, gira, dispone en el espacio la pieza, en silencio y con su pensamiento. Esta mirada y su sentido en el taller se trasporta también al paisaje exterior, donde una vez más busca y capta con su cámara pequeños fragmentos de la arquitectura natural en la que ve y siente esa misma plasticidad que encuentra en el estudio de trabajo.

Iker Serrano
Bilbao, septiembre de 2016.

LA ARTISTA

Amaia Gracia Azqueta vive y trabaja en Bilbao. Es licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco UPV/EHU donde, en la actualidad, realiza su doctorado. Ha disfrutado de la beca de residencia en el centro de producción artística BilbaoArte (2011), de otra de formación de personal investigador de la UPV/EHU para la realización del proyecto final de máster y tesis doctoral (2013) y de la Casa de Velázquez del Colegio Francés en Madrid (2014).

En 2008 obtuvo el primer premio de Jóvenes Artistas de Pamplona, Ciudadela de Pamplona y en 2009 el del certamen Jóvenes Artistas de Navarra, Encuentros. En 2012 consiguió el premio Frontera, espacio de cooperación del programa Cooperación territorial España-Francia-Andorra, Unión Europea y al año siguiente el segundo premio Ertibil, Jóvenes Artistas de Bizkaia.

Entre sus últimas exposiciones personales se podrían citar Estado Líquido en Espacio Pirineos, Graus (2013), Memoria de una observadora en el Festival Mapamundistas, Villaba, Navarra y Centro de Arte y Naturaleza CDAN, Huesca (2014) y La sublime en Espacio Marzana, Bilbao (2015). Ha participado asimismo en numerosas exposiciones colectivas como Horizonte en el museo Guggenheim Bilbao (2013), y Regards de femmes en la Casa de Velázquez, Madrid, Estampa 2014 en Matadero Madrid y Festival Mapamundistas, Pamplona (2014).