El Castillo de Muñatones es el único de cuantos permanecen en pie en Bizkaia que mantiene la tradición arquitectónica de la región, basada en la creación de casas - torre. Desde su construcción en 1339, el edificio ha sufrido diferentes modificaciones y ampliaciones, que lo acompañarían de otras dos importantes construcciones: la ermita de San Martín de Muñatones y el Palacio Salazar.
En 1949 la Diputación Foral de Bizkaia adquirió todo el complejo para restaurarlo, cinco años después de que fuera declarado Conjunto Histórico - Artístico Nacional. El Palacio Salazar fue cedido en 1968 al Ministerio de Información y Turismo para su uso como parador, hasta 1973. En ese año, el conjunto de edificios fue adquirido por Petronor, que convirtió el palacio en sede social de la empresa y convirtió el terreno circundante al complejo en un jardín público.