La Scala Showroom es un espacio singular de arte y muebles ubicado en la
pequeña localidad de Sant Martí Vell (Gerona) de la mano de la artista inglesa Louise Sudell y el arquitecto brasileño Edegar D’Avila. El emplazamiento en una masía cuidadosamente restaurada y el entorno natural que lo enmarca constituyen un ambiente de máxima tranquilidad y confort, que combina la calidez de la vivienda rural del siglo XVIII con el atractivo interiorismo del XX. Recorriendo las estancias, uno encuentra suelos de baldosas de arcilla roja originales, techos abovedados de piedra natural y vigas de madera que dan cuenta de la cuidadosa reforma llevada a cabo. La exposición de objetos en venta se distribuye en ocho espacios de aproximadamente 400m, en una colaboración difusa que transcurre entre el mundo del arte y el de los muebles. La curaduría apuesta por la exclusividad de las piezas inéditas, predominando el estilo italiano del siglo XX. Además de muebles coloniales de Brasil y gran cantidad de estructuras de iluminación y objetos vintage de Francia y España destaca, entre otros, una Chaise longue de Niemeyer o los diseños de Carlo Ratti, Edgar Bartolucci & John Wadhem, Osvaldo Borsani, Silvio Cavatorta y Stilnovo. Los muebles tienen el poder de captar y seducir y, mientras esperan su oportunidad, se acomodan en nuestro espacio. Son palabras de Edegar, que afirma que su trabajo sólo consiste en ponerlos en evidencia, lograr una distribución que propicie un aura de frescura en una relación de estilo, valor y lectura de espacio. Las instalaciones temporales, añade, pretenden elevar el mueble al status de arte y a la inversa, en una indefinición que escapa de los modismos con el objetivo final de no quedar consolidado en una época. Es decir, se trata de quitar la colección de las paredes y ponerla en otro plano, entendiendo cada una de las piezas como un fondo real de inversión. La Scala Showroom es un laboratorio de investigación que respira cordialidad y hospitalidad, un marco excepcional para antigüedades y obras de arte que cuentan con una respetuosa declaración de intenciones por parte de sus habitantes: la casa, como los muebles, seguirán existiendo después de nuestro paso.

Agnès Font