Asentado en la que fue dehesa boyal de Huertas de Ánimas, muy cerca de Trujillo, el sacerdote José Blanco, verdadero artífice de la construcción, ha recreado, con la ayuda de los vecinos del pueblo, una antigua aldea, un museo que engloba la arquitectura tradicional, los útiles, los usos, las costumbres y formas de vida de la antigua sociedad rural, esencialmente extremeña.
El museo se estructura alrededor de un patio central, donde se distribuyen edificaciones de dos plantas, que acogen los diferentes ambientes etnográficos. Prácticamente sin recursos, a excepción de los aportados por los vecinos del municipio, y el trabajo ingente realizado por el propio fundador, a lo largo de la década de los 90, se fueron desarrollando las distintas fases de construcción que han culminado con el actual museo, y con la perspectiva futura de habilitar nuevos espacios de exposición.
Actualmente se pueden visitar alrededor de veinticinco salas perfectamente integradas en el conjunto arquitectónico, y al mismo tiempo delimitadas, de modo que el visitante pueda reconocer independientemente las diversas facetas de la vida rural en tiempos pretéritos.