En medio del Empordà, se emplaza el que se ha considerado el yacimiento más grande de Cataluña. El poblado de Puig de Sant Andreu fue la capital de la tribu ibérica que los autores antiguos nombraron indiketes, y donde se puede seguir la evaluación desde las ocupaciones preibéricas hasta inicios de la romanización.
Los indiketas dominaban un amplio territorio de cual explotaban los recursos y gestionaban el comercio con las comunidades indígenas cercanas, así como con griegos y feniciopúnicos, a través de la vecina Empúries. Fechado de la 1ª mitad del siglo VI a.C., el poblado se fue fortificando progresivamente hasta al 1ª mitad del siglo IV a.C., creando así la que hoy es considerada la ciudad más grande y antigua de Cataluña.