Fue en el año 1929 cuando se fundó el Archivo Museo Folclórico de Ripoll, el cual se situó en el ático de la antigua iglesia de San Pedro y fue el primero dedicado a la etnografía en Cataluña. A lo largo de 70 años y de manera ininterrumpida se dedicó a recoger, conservar, estudiar y difundir el patrimonio de la región. El resultado es el Museo Etnográfico de Ripoll que después de 10 años readaptándose, abre otra vez sus puertas para seguir preservando y enriqueciendo su colección y volver a mostrar un legado que nos ayuda a entender como fue una sociedad gracias a un patrimonio material
e inmaterial, en el que destacan las colecciones relacionadas con los pastores, los campesinos, los oficios, la religiosidad popular, la Fragua catalana y con la producción de hierro forjado y de armas de fuego portátiles que se fabricaron en la comarca del Ripollés.
La nueva sede, inaugurada en marzo de 2011, invita a realizar un recorrido – interesante a la vez para grandes y pequeños – que permite descubrir el pasado reciente y la identidad de un territorio, así como conocer otra forma de vivir y de sentir.