Atribuida a Francisco de Mora, se construye, adosada al paramento exterior de la muralla, en 1590-1591 con la finalidad de implantar un almacén para vender el vino que entrara en la ciudad, albergando, además, las dos carnicerías mayores.
El traslado de las carnicerías mayores acarreó gran número de protestas, motivando el retorno a sus lugares de inicio al poco tiempo (Mercado Grande y Mercado Chico), y trasladándose, a cambio, el peso de la harina (control sobre el grano y harina que entraba en la ciudad), función que desempeñó hasta el S.XIX.
Su construcción había supuesto inconvenientes para el tránsito ordinario por el postigo del Obispo, principalmente al cabildo catedralicio. Las quejas llevaron a Felipe II a prescribir, en 1597, el tapiado del postigo del Obispo y la apertura de una nueva puerta a través de la Casa de Carnicerías, quedando el edificio dividido en dos: uno servía de alhóndiga para el vino y de peso de la harina; y el otro continuará usándose como posada de jueces y capitanes.
Actualmente contiene la OficinaMunicipal de Turismo, siendo uno de los puntos de acceso a la muralla.