El hombre no se muestra en ninguna de las fotografías de Miguel Ángel Vallinas, sin embargo, es el eje principal de la misma. El hombre encuentra lugares que ocupa, que hace suyos o no, que transforma, olvida y abandona. Hay un momento preciso en el que el hombre olvida su paso y es éste el que despierta curiosidad e inquietud en el autor y le sirve de punto de partida de su obra, encontrando belleza en las referencias de lo vivido.
Miguel Ángel Vallina nace y vive, por y a través de la fotografía. Fotografía la belleza o el horror, a veces de las pequeñas cosas, aquellas que sólo hace falta darse cuenta de que existen. Y luego viene más trabajo, el retoque, la temperatura de color, y todas esas cosas con las que busca obtener el resultado que desea.
Desde 1999 ha realizado numerosas exposiciones, tanto colectivas como individuales.