La Fundación Caja Rioja expone por primera vez parte de su fondo artístico a través de una exposición que tiene sus dos Centros de Logroño (Gran Vía y La Merced) como sedes de la muestra. “El paisaje en la colección Fundación Caja Rioja” está formada por 80 obras de autores consagrados del panorama pictórico español de los siglos XX y XXI.
La entidad posee un interesante fondo artístico gracias a una política de adquisiciones y donaciones de obra que se remonta al nacimiento de Caja Rioja, en 1950. El fondo se encuentra catalogado y bien conservado, y hasta la fecha podía contemplarse (sólo en parte) en las dependencias y oficinas de la antigua Caja de Ahorros de La Rioja.

El fondo -cuya obra pictórica domina sobre el volumen o la fotografía- está compuesto por 1.663 obras de los últimos 100 años y en él figuran todos los artistas riojanos de renombre y otras firmas nacionales e internacionales como Alejandro Quincoces, Javier Mariscal, Josep Guinovart, Manolo Valdés o Reinerio Tamayo.

LA EVOLUCIÓN
La evolución del fondo artístico de la Fundación Caja Rioja es fiel reflejo del devenir de la vida cultural logroñesa desde mediados del siglo XX (la Caja de Ahorros de La Rioja comienza su andadura en 1950) hasta la actualidad. Su historia está íntimamente unida a la vida de la ciudad.

La colección comienza a fraguarse en 1960, momento en el que Caja Rioja abrió sus puertas a las exposiciones de arte; en primer lugar, en la calle Miguel Villanueva, en un espacio que habitualmente era un patio de butacas para conferencias y, años después, en la Gran Vía logroñesa. Precisamente fue allí donde tuvo lugar una de las primeras muestras: el Salón Riojano de Primavera de Artes Plásticas, inaugurado en junio de 1962.

Los primeros años de funcionamiento fueron de bastante actividad artística y en el Logroño de esos años la Caja era la única institución que disponía de unas instalaciones adecuadas para realizar exposiciones. De ahí que muestras importantes fueran inauguradas en su Sala; entre ellas, la exposición itinerante “Acuarelas de la UNESCO”, que en 1963 colgó obras de Gauguín, Van Gogh, Gris, Kandinski, Paul Klee, Manet, Picasso, Nolde o Toulouse-Lautrec, entre otros, o la muestra  colectiva “Grabado Español Contemporáneo” en 1965, con obras de Picasso, Chillida, Miró, Juan Barjola o Manuel Rivera. La misma sala también sirvió para promocionar en Logroño a Daniel González Ruiz (el escultor Daniel), a Emilio García Moreda, al Salón de Arte de la SAR o el despegue del Grupo 8 en el año 1968.
En el año 1969 la Caja decide cerrar su Sala de exposiciones y Logroño se queda sin lugar de arte, a excepción de la Galería Kanos y el Museo Provincial, que funcionaba de manera irregular.

La década de los 70 se protagoniza por un auge cultural, sobre todo en la apertura de salas de exposiciones. En el año 1972 Caja Rioja inaugura en el mismo lugar una nueva sala de exposiciones denominada Sala Gran Vía, en 1973 lo hace la sala Berruet, en 1975 la sala Vermeer, en 1978 la galería Da Vinci y en 1979 la sala Navarrete el Mudo y la de la Delegación de Cultura.

La Sala Gran Vía, situada en Gran Vía 2, intenta hacerse su sitio en una ciudad con mayores oportunidades y así estará hasta los años 90, cuando Caja Rioja inaugura su Centro Cultural en el año 1995, dotado con una sala de exposiciones que sigue abierta hasta nuestros días bajo la dirección de la Fundación Caja Rioja.