En esta muestra, Cristina Puya, nos da su visión del paisaje y escenas que le atraen transmitiéndonos la alegría que le produce la naturaleza.
No le interesa detenerse en el detalle y prefiere que sea el espectador quien termine de interpretar la obra. Me gustan, apunta la artista, los colores suaves que aportan serenidad. Las acuarelas son fruto, además, de una observación minuciosa, análisis y síntesis, donde la aguada también juega su papel.
Cristina Puya ha recibido clases de dibujo en Tenerife e iniciación a la acuarela con la pintora china Marko Kruppa. Varios años de trabajo con carboncillo y óleo en los estudios de José Manuel Chamorro y Maribel Fraguas en Madrid, pintando del natural al aire libre.