A diferencia de los fotógrafos viajeros «consagrados» que han retratado a México en sus diferentes épocas, la mirada de Bernard Plossu (Vietnam, 1945) se aleja de la escena exótica o el personaje surrealista para registrar el entorno habitual del país, el paisaje que un turista describe en un cuaderno de notas, la vivencia que queda en la memoria.
Por eso sus fotografías, la mayoría en blanco y negro y de composición geométrica, parecen fragmentos visuales de un diario de viaje, relatos de su propia experiencia en sitios como la selva de Chiapas o San Miguel Allende.
Bernad Plossu (Vietnam, 1945) recibió el Premio Nacional de Fotografía de Francia en 1988 y el Premio PhotoEspaña 2013. Es considerado uno de los fotógrafos contemporáneos más influyentes en la fotografía europea.