Santiago Raigorodsky nació en Buenos Aires, R. Argentina en diciembre de 1944. Y desde su primera exposición en 1971 ha expuesto en numerosas muestras individuales y colectivas en diversos países, de las cuales rescatamos unas pocas. Destacamos en Argentina las exposiciones en la Galería de Arte “Magenta” en 1972 y el Museo “Pompeo Boggio” en 1975, más adelante en su traslado a Brasil expuso en las Galerías “Nouvelle Dezon” en 1977, “Casablanca” en 1979, y “Acaiaca” en 1982. En 1982 se traslada a Israel donde vive en la ciudad de Kfar Saba prosiguiendo con su actividad plástica y docente, entre su actividad destaca la exposición en la Casade la Cultura en 1986. En 1989 llega a la ciudad de Barcelona donde aún reside y donde continúa con su incansable actividad como artista exponiendo, entre otros, en la galería de arte “María Villalbai Badia” en el 2002, también en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo en el 2005, y en las galerías “Maragall” en el 2006, “AB Antoni Botey” (Granollers) en el 2008, y en “L’Auditori” (Montcada i Reixac) en el 2016.

“Una nueva exposición es siempre un nuevo desafío y una nueva ilusión. Es de esta manera que entiendo y siento esta nueva muestra de mis obras que presento en Ronda Barcelona, un espacio y la gente que le da vida, que ya es entrañable para mi. De allí que en estas simples líneas quiero agradecerles a todos ellos esta nueva oportunidad que me brindan.

Mi exposición anterior, realizada en el Auditori de Montcada i Reixac estaba dedicada, como la actual “A la Pintura”. Disciplina esta que siempre ha sido, desde pequeño, mi pasión y decía, en aquella oportunidad que pintar “Para mí es tan natural, tan vital como respirar, comer, andar, hablar o cualquier otra cosa que nos es común a todas las personas.”
Esta muestra me brinda la oportunidad de llegar con mis trabajos al público de Barcelona.La mayor parte de las obras presentes han estado en mi anterior  exposición, una muestra que me brindó una profunda satisfacción.

Algunos de los trabajos que expuse en esa oportunidad han quedado en el camino y aparecen otros nuevos. Incorporo algunos dibujos en blanco y negro y también pequeñas tallas de madera (quizás sería demasiado pretencioso decirles pequeñas esculturas) que son una especie de “divertimento”, pero que me proporcionan nuevas emociones.
El tomar pequeños trozos de madera, algunos de ellos encontrados al azar en algún sitio olvidado, darle nuevas formas y devolverlos a la vida alimentan mi sed de creación y me exige nuevos retos técnicos y sensaciones diversas a las que me proporciona pintura.
Siento que todo artista en algún momento de su vida tiene la necesidad de expresarse a través de otros lenguajes, no obstante y como decía en la presentación de mi anterior muestra, también “Sé que jamás, mientras pueda, dejaré de pintar.”

“Me entusiasma pensar que por ese medio  -ahora medios- puedo contar historias no contadas, recordar los sueños estando despierto, atrapar el perfume de la flor, recrear pasos sin huellas, la fuerza del mar o la presencia de lo ausente”.
Como todo creador siento que el hecho de “ahondar en otra realidad tiene que ver con el ser humano, conmigo mismo como tal “.  Y aquello que hago, simplemente me da la posibilidad de seguir buscando y seguir encontrando a ese ser humano.”

Santiago Raigorodsky
Barcelona, octubre del 2016