Este nuevo monográfico, simultáneo a la retrospectiva “Eduardo Chillida. Ecos” reúne 42 piezas, entre ellas 31 realizadas en diversos materiales: alabastro, porcelana, papel, hierro, acero o tierra chamota, junto con 11 gravitaciones. De esta manera el público podrá descubrir la versatilidad de formatos a través de los cuales el artista se adentró en estas ideas.

Comisariada por Ignacio Chillida, “Buscando la luz” toma su título de una de las series emblemáticas del artista, parte de la cual –Buscando la luz I (1997) y Buscando la luz III (2000)– se encuentra actualmente instalada en la campa de Chillida Leku. La muestra ha sido realizada en colaboración con la Fundación Eduardo Chillida - Pilar Belzunce, cuyos recursos han supuesto un importante apoyo para la exposición.

Para el crítico Kosme de Barañano: “Entrando en ‘Buscando la luz’ no solo dirigimos la mirada hacia lo alto, sino que a la vez comprendemos nuestra escala, nuestra medida”. Este interés por la proporción siempre fue una constante en el trabajo de Chillida, que aplicó esta idea tanto a sus obras monumentales como a piezas en menor escala.

De la luz oscura a la claridad
El punto de partida de esta nueva exposición temática se sitúa en el viaje que Eduardo Chillida realizó en 1963 por Grecia, Italia y la Provenza francesa. Acostumbrado a la luz oscura del mar Cantábrico, gracias a este recorrido descubre en la luminosidad y las formas del Mediterráneo, conceptos que incorpora a su trabajo como escultor.

Hasta ese momento ambos temas ya habían sido, en cierto modo, rechazados con anterioridad por las manos del escultor: al abandonar sus estudios preparatorios para la carrera de arquitectura (1943-1947), y al dejar de lado sus esculturas figurativas en yeso (1948-1951) inspiradas en Fidias y sus antecesores.

Pero a partir de aquel viaje en los años sesenta fue cuando en Chillida las ideas de luz y arquitectura empezaron a desarrollarse de forma paralela, tal y como eran concebidos en la Grecia preclásica. Frente a la opacidad del mármol griego, el material elegido por el escultor para esta investigación será el alabastro, por sus cualidades translúcidas. Homenaje a Kandinsky (1965), su primera obra en este material con el que posteriormente elaboró una serie de relieves y elogios a la luz y la arquitectura.

Tras experimentar con el alabastro, la búsqueda de estos conceptos se convertirá en una constante en la que Chillida empleará otros materiales, dando siempre a la luz un papel protagónico como elemento creador de espacios. Esto se refleja en producciones que abarcan desde delicados relieves en papel, porcelanas o pequeñas tierras, hasta monumentos públicos como el hormigón, por ejemplo, en La casa de Goethe (1986), en Frankfurt.

Al hilo de los proyectos a escala monumental, Chillida culmina su búsqueda con una serie de icónicas esculturas de la década de los 90, titulada Buscando la luz, a la cual pertenecen las dos obras mencionadas anteriormente así como Buscando la luz II (1997), instalada en el jardín exterior de la Pinacoteca Moderna de Múnich y Buscando la luz IV (2001), que hoy en día se puede ver en el campus universitario de Doha. El proyecto ideado para la montaña Tindaya, en la isla de Fuerteventura, también formó parte de esta misma línea de trabajo.

Esta muestra tendrá su continuación con The Shadow Belongs to Light, la exposición alrededor del libro de artista homónimo realizado póstumamente por el arquitecto americano Louis Isadore Kahn y Eduardo Chillida. El libro fue editado en 2017 y se presenta por primera vez en Europa con motivo de esta exposición, que se inaugurará en junio de 2020.

En paralelo a “Buscando la luz”, se editará el segundo volumen de los coleccionables en pequeño formato que pueden adquirirse en Chillida Leku desde su reapertura el pasado mes de abril. Así, el trabajo de Eduardo Chillida en torno a la luz y la arquitectura se verá recogido en esta publicación que también llevará por título “Buscando la luz” y que cuenta con textos de Kosme de Barañano. Esta publicación se une así al monográfico sobre El Peine del Viento, serie a la que también se dedicó una muestra monográfica piso superior del caserío Zabalaga.

Un programa paralelo alrededor de “Buscando la Luz”
Con motivo de esta exposición, y con el objetivo de acercar los procesos creativos del escultor al público visitante del museo, Chillida Leku dedica parte de su programación de invierno a esta investigación escultórica emprendida por Eduardo Chillida.

De esta forma, el 12 de diciembre, y gratuitamente con la entrada del museo, tendrá lugar una visita guiada a las 17h a través de la muestra. Esta visita estará conducida por el personal del equipo de educadoras del museo para que aquellas personas que lo deseen puedan entablar un diálogo con uno de los conceptos más emblemáticos en la carrera de Eduardo Chillida.

Como parte del programa educativo, los docentes también tendrán una oportunidad especial para acercarse a “Buscando la luz”. Será el 13 de diciembre a las 11h, momento en el que profesores y profesoras podrán realizar una visita en exclusiva a la muestra. Esta visita está destinada para destacar los aspectos que pueden ser relevantes de cara a que el profesorado trabaje en el aula con los alumnos y alumnas, o bien para preparar una visita con ellos a posteriori.

Por otro lado, el próximo 14 de diciembre, los niños y niñas de entre 6 y 12 años contarán con un acercamiento lúdico a la muestra. Será gracias a un taller de rayogramas donde, de la mano de la foto?grafa Nagore Legarreta, (Hernani, 1981) tratarán de revelar la presencia de la luz en las esculturas de Chillida. Para ello, se utilizarán te?cnicas primitivas y analo?gicas. Más adelante, los días 18 de enero y 7 de marzo Anabel Varona y Carlos Arruti, del laboratorio de arte y arquitectura Maushaus, proponen un encuentro con niños y niñas de entre 6 y 11 años para abordar “Buscando la luz”, de un modo práctico. Mediante papeles y cartones, los más pequeños podrán reflexionar sobre la idea de crear obras que recojan la luz del sol, creando además espacios mediante los pliegues del papel. Las entradas para cada taller están a la venta en la web del museo.

Buscando la Luz III, obra del mes de diciembre
Cada mes, Chillida Leku pone de relevancia una escultura expuesta en el museo. Gracias a esto, todos los días una persona del equipo de mediacio?n ofrece una explicacio?n de la misma, enriqueciendo así el discurso museográfico. Esta actividad pone de manifiesto la importancia de ciertas obras dentro de la coleccio?n, pero tambie?n da la oportunidad de conocer obras pertenecientes a otras colecciones que han sido prestadas para ser expuestas en el museo.

Con motivo de la exposición homónima, Buscando la Luz III, será la obra elegida el mes de diciembre. Esta tercera y última escultura de la serie es formalmente diferente a las anteriores. El escultor invierte en esta obra la dinámica iniciada con la serie Locmariaquer. Si en la mayoría de las esculturas pertenecientes a esta serie las planchas de acero recortadas se doblan sobre sí mismas para concentrarse en el espacio interior, en el caso de Buscando la luz III cada una de las piezas que compone el conjunto se abre hacia el cielo de un modo natural. La escultura está compuesta de tres elementos colocados en diálogo, formando una tríada armónica cuya energía se concentra en los espacios interiores que se abren permitiendo comunicar con la luz.