El Hilo Rojo es una leyenda anónima de origen oriental. Dice que si dos personas están destinadas a encontrarse, al nacer se entretejerá entre sus dedos meñiques un hilo rojo invisible que les conectará entre ellos para toda la vida. El hilo existe y se mantiene independientemente del tiempo, del lugar o de las circunstancias. Ese hilo podrá tensarse, o enredarse…pero nunca podrá romperse.
El Hilo Rojo es una exposición adolescente realizada por adolescentes para todos los públicos y producida por ELTALLER espacio de creación-espacio de educación.
El proyecto surge a partir de una experiencia colaborativa con la institución pública Gerencia de Atención Primaria de Salamanca, en un proyecto educativo y de prevención de vital importancia para nuestros jóvenes y la sociedad en general como es la violencia de género, el acoso escolar (bullying) y la educación afectivo-sexual…una asignatura pendiente y una responsabilidad compartida, un reto a la que toda sociedad tiene que hacer frente de una manera eficaz sin esperar un minuto más según nos trasmite la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca.
El proyecto de colaboración consiste en ilustrar un programa de educación afectivo-sexual y de prevención de la violencia de género dirigido a la adolescencia que tendrá como resultado final una publicación editada por SACYL con fines exclusivamente educativos y sin ánimo de lucro y será distribuido por todos los centros de salud de Salamanca.
Está publicación se presentará en el contexto de la exposición antes de su clausura en el DA2. Los trabajos que podemos contemplar en esta exposición, formarán parte de este programa como ilustraciones. Todas las obras están realizadas por alumnos de ELTALLER a lo largo del curso académico 2017-18 y los temas abordados hablan de la amistad, la familia, la autoestima, cuerpo y deseo, adicciones, violencia de género y acoso escolar o bullying.
El programa de educación se centra en el desarrollo de una biografía sexual positiva y con criterios de salud, en la autoestima, la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad entre las diferentes orientaciones sexuales y en la resolución pacífica de los conflictos, actuando sobre todos los tipos de violencia, especialmente la violencia de género y el acoso escolar.
La exposición pretende acercarnos a esta etapa de la vida a través del arte, con una muestra multidisciplinar en la que conviven trabajos realizados en diferentes técnicas artísticas y soportes como la pintura sobre lienzo, el dibujo, el collage y la instalación.
Adolescencia
Los adolescentes son el recurso más importante para que la sociedad prospere según la Organización Mundial para la Salud (OMS). Se ha dicho que los adolescentes son niños grandes o adultos en formación. En realidad no son ni una cosa ni la otra: son adolescentes. Los adolescentes no conforman un grupo homogéneo: lo que tienen en común es la edad. Viven en circunstancias diferentes y tienen necesidades diversas.
La adolescencia es una de las etapas de transición más importantes del ser humano.
Es un periodo de preparación para la edad adulta durante el cual se producen varias experiencias de desarrollo de suma importancia. Más allá de la maduración física y sexual, esas experiencias incluyen la transición hacia la independencia social y económica, el desarrollo de la identidad, la adquisición de las aptitudes necesarias para establecer relaciones de adulto y asumir funciones adultas y la capacidad de razonamiento abstracto, pero también es una etapa de riesgos considerables, durante la cual el contexto social puede tener una influencia determinante. La familia y la comunidad representan un pilar fundamental.
Educación
El mundo que les ha tocado vivir a nuestros adolescentes (“alumnohijos”), es el que es, y ni vosotros los padres ni nosotros los educadores podemos hacer nada al respecto porque entre otras cosas, el mundo que les ha tocado, es un mundo que les gusta y en el que se sienten felices.
En cambio, sí que hay otras cosas (muchas) que podemos hacer, a ser posible todos juntos, como por ejemplo acompañarles en su proceso de aprendizaje y contribuir a reforzar y alargar en el tiempo esa felicidad, intentar despertar en ellos la curiosidad y el placer por conocer, por aprender, por no tener miedo a fracasar, también desarrollar sus capacidades que les permitan superar problemas y dificultades y sobre todo hacer de ellos personas libres…la educación es la única herramienta de que disponemos para llevar a cabo esta tarea y lo único que podemos intentar hacer por ellos.
Todos tenemos un concepto de educación y habría tantas definiciones como personas y casi seguro que nos costaría ponernos de acuerdo respecto a lo que consideramos que es lo mejor para nuestros “alumnohijos”. En lo que si estoy seguro de que coincidiríamos es en que la familia y la escuela tienen un papel fundamental. Pero hay otro lugar de conocimiento que no debemos obviar: el entorno.
El entorno, o lo que está entre la familia y el colegio, es la mayor escuela, donde todos hemos aprendido cosas también muy importantes y necesarias para la vida, cosas que no se enseñan en la escuela ni en la familia por la sencilla razón de que la vida real se desarrolla ahí, y es por ello que cada vez somos más los que consideramos necesario incorporar el entorno al currículo escolar, abrir las puertas y ventanas de la escuela.
El entorno de nuestros “alumnoshijos” ha cambiado mucho en las últimas décadas, no es ni por asomo el entorno que nosotros conocimos.
La tecnología es uno de los factores que ha contribuido tanto a mejorar como a empeorar la situación.
El entorno de nuestros “alumnohijos” es un mundo mucho más complejo que lo que fue el nuestro, en el que tenemos que asimilar el significado de símbolos sociales con los que nunca antes habíamos topado.
Pasamos de una sociedad de la industrialización a una sociedad de la información, como afirma J. Majó (1999): "La explosión de la sociedad de la información, amparada en la revolución tecnológica, cambia nuestra manera de aprender, producir y trabajar... y poco a poco, sin darnos cuenta, también ha transformado nuestra manera de vivir, nuestra manera de ser y de estar, porque modifica la perspectiva del tiempo y del espacio".
El mundo ha cambiado pero la forma de enseñar/educar no… y cabría preguntarse:
¿Se puede seguir educando de la misma manera a las nuevas generaciones para vivir en un mundo que ya no existe?
Si nos paramos a pensar por un momento en la educación que recibieron nuestros padres, la que hemos recibido nosotros y la que reciben nuestros “alumnohijos” hoy, llegamos a la conclusión de que el sistema pedagógico parece haberse estancado en la era industrial en la que fue diseñado. La consigna respecto al colegio ha venido insistiendo en que hay que “estudiar mucho”, “sacar buenas notas” y, posteriormente, “obtener un título universitario”. Y eso es lo que muchos han procurado hacer. Se creyó que, una vez finalizada la etapa de estudiantes, habría un “empleo fijo” con un “salario estable”. Pero dado que la realidad laboral ha cambiado, estas consignas académicas han dejado de ser válidas. De hecho, se han convertido en un obstáculo que limita las posibilidades profesionales.
Sigo pensando que hoy, como ayer, la familia y la escuela tienen un papel muy importante, sin embargo, en el entorno escolar, la dimensión que más se ha descuidado en la actividad educativa es la emocional, curiosamente una de las que tiene mayor peso en las relaciones interpersonales. Asimismo, la dimensión emocional tiene vital importancia en el proceso de aprendizaje y rendimiento académico.
Al igual que sucede con cualquier aprendizaje, las emociones determinarán nuestra manera de afrontar la vida. Emoción, pensamiento y acción, son tres elementos muy relacionados, presentes en todo aquello que hacemos a diario. La comprensión y el control de las emociones puede resultar imprescindible para nuestra integración en sociedad, pero si esta falla, nos convertiremos en personas inadaptadas, frustradas e infelices.
El ser humano nace con un potencial por desarrollar. Y que la función principal del educador es acompañar a los niños en su proceso de aprendizaje, evolución y madurez emocional.
Inteligencia-Educación Emocional
La educación emocional va más allá de educar con afecto. Es plantear las emociones y sentimientos en términos de valor.
Continuamente nos enfrentamos a problemas nuevos cuya solución hay que inventar, es por ello que una actitud creativa en el aula y en casa es necesaria y de ahí lo de “aprender a aprender” es decir, la capacidad de a adaptarse a tareas novedosas.
Si para los adultos resulta verdaderamente difícil controlar las emociones en determinados momentos, para las niñas, niños y adolescentes este control es aún más complicado al carecer de experiencias previas similares y estrategias de abordaje.
Gracias a las emociones podemos sentir empatía hacia otras personas, recuperar recuerdos significativos de nuestra vida e incluso superar exitosamente momentos complicados y hoy, se hace imprescindible incorporar las emociones, los sentimientos y el mundo afectivo a la educación.
La educación emocional ha de ser a lo largo de toda la vida como el aprendizaje, que ha de orientarse a la vida, a la actividad diaria.
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
Lao-tsé
ELTALLER
en Facebook esta exposición | comparte en Twitter esta exposición | Como llegar |
|
TODAS LAS EXPOSICIONES DE ESTE ESPACIO
|