El camino que recorre el viajero en busca de una galería de arte, sumida en el entramado de calles del casco antiguo de una ciudad de la Mancha -Alcázar de San Juan- , recuerda el movimiento de una línea continua del lápiz deslizándose por el espacio de una hoja en blanco, el zig-zag de una pluma, un marcado pulso de la tinta atravesando los poros vegetales del papel, líneas y pasos arrastrándose en el silencio del cuaderno de hojas amarillentas de los grandes maestros, que recuerdan los colores añejos del otoño.
Un trazo de grafito, el golpe de una tiza, una mancha de carbón, son los primeros pasos para levantar una obra, la primera forma física que se hace tangible después de la idea.
Esa idea que aparece en el destello de un relámpago que ha traspasado las miles de neuronas que forman el circuito eléctrico de nuestro cerebro, que has intentado en vano, congelar su imagen. Ahí estaba la línea, el primer trazo, la primera prueba.
Qué es sino el dibujo, la mejor herramienta para realizar la obra.
La Galería Marmurán, en su pequeña capilla de arte, instalada en medio de un árido paisaje expositivo, resistiendo los avatares de confusión y recesiones, nos trae otra vez más, para estas navidades, una muestra de dibujos que abarca grandes maestros desaparecidos, como, Vázquez Díaz, Ángel Lizcano, Subirachs, José Hernández, algunos contemporáneos, conocidos pintores del entorno y jóvenes valores del dibujo.
Suerte y continuidad en este pequeño escenario donde afluyen las ideas, las obras y la palestra donde poder mostrar, vender y hablar de arte y de otras cosas tan necesarias para seguir pintando.
Andrés Escribano
![]() |
en Facebook esta exposición | comparte en Twitter esta exposición | Como llegar |
|
TODAS LAS EXPOSICIONES DE ESTE ESPACIO
|