La exposición abarca, aproximadamente, un siglo de publicidad, desde el período de la Restauración hasta nuestros días. La razón de haber adoptado esta cronología radica en el hecho de que la publicidad tal como la conocemos hoy en día (desde el punto de vista psicológico) parte de esa época.
Por otro lado, no solo se ha querido contemplar la publicidad enfocada en las marcas, sino también hacer un recorrido por la propaganda utilizada en otras parcelas de la vida y de la sociedad, con lo que la exposición se convierte en más divertida y universal, para todo tipo de público. Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que cualquier propaganda institucional y festiva también “nacía” en la mente de un “creativo” y era plasmada en un “estudio de diseño”.