"Derivas".
Tiene un doble sentido en cuanto hace referencia, a la evolución de mi obra pasando por sucesivas etapas y por otra parte alude al proceso de trabajo actual.
En la explicación de este proceso el resultado de una obra de Derivas, en realidad sería un momento congelado de la transformación de los trazos, líneas y manchas que han ido evolucionando hasta ese instante.
Cuando uso el termino Derivas lo primero que acude a mi mente son imágenes marinas, son los recuerdos de días de pesca, en los que se cruzan con la caña y la veleta los ondulantes restos de Recieza yque navegado a la deriva, bordearan la costa hasta la playa.
Es por tanto un mundo sugerente y fluido al que quiero aludir. Se construye un universo abstracto de formas pero partiendo de materiales y coloraciones bastante concretas. Se producen los movimientos de transición con las tensiones y ritmos que los propios materiales pictóricos y sus útiles sugieren, pero manteniendo una inspirada comunión con los elementos naturales marinos.
Joaquín Martínez Cano
Texto de Mariano Cardo
Plural la coincidencia pues fuimos convocados a una misma cita,
lugar en el que un día nos hemos encontrado:
donde las tramas líquidas urden la marea.
Henry Bergsón hablaba de la continuidad del tiempo, la vida como tiempo acumulado, la segunda piel que nos sostiene, capa sobre capa, lo que subyace y se enreda en las raíces, el elan vital que suma lo que fuimos, lo mismo y diferente se encuentra en esta obra.
Hay algo en el paisaje que nos pertenece, una presencia oculta que concluye en todo lo que somos, algo indefinido que va cobrando forma: perfiles que dejan hondas huellas sobre un mar al que hieren los azules, blancas crines del agua derretida en los profundos surcos de las rocas, trama que teje le memoria para que nada caiga en el olvido, paisajes líquidos, tiempo que huye en un continuo parecerse a lo que fue la vida, y de esas secuencias emergen los restos que fue dejando la marea, vestigios de naufragios que cada amanecer devuelve el oleaje, redes con restos de pieles mordidas por el blanco del salitre, hinchadas maderas con manchas de alquitrán, amarras que fueron asidero de ahogados, caracolas con músicas ajenas y el silencio que late en cada espacio para que respire la luz y los colores se evidencien, emergentes de la pura geometría sesgada por el trazo.
No se llevará la resaca de noviembre estos cuerpos, su rotunda presencia, sus contornos contra una luz cada vez más intensa; el viento que sopla desde el Brusco se ciñe a los volúmenes, los viejos tamarises abrazan con sus ramas quebradas la urdimbre de estas vidas , su existencia se sostiene en cada corte abierto por el cutter , lúcidas en su saber acumulado, presentes posan con sus gestos cotidianos . Todo sucede en esa frontera , cenefa donde la olas fijan su límite preciso, en el instante exacto donde el agua se remansa, donde queda para siempre el tiempo resumido, lugar donde las olas no quieren volver al mar anónimas.
Esta obra tiene todos los secretos de lo que fluye y a la vez nos sugiere la quietud que supone estar enraizados en un espacio frágil. Somos parte de un paisaje interior que hicimos nuestro.
La pintura de Joaquín Martinez Cano es revelación, muestra aquello que oculta la apariencia. En la recieza los cámbaros dejaron su críptico mensaje. Saber leer los signos, hacer visible lo invisible, es oficio del que sabe mirar.
Lo que decía J. Ángel Valente de los versos es posible atribuirlo a esta pintura : cada trazo puede ofrecer una respuesta a lo que muchos querían saber o una pregunta que antes nadie había hecho. Desde el paleolítico, en Altamira o Lascaux, el arte fue comunicación, utilizó siempre un leguaje ambiguo, se sirvió de las imágenes y los símbolos, la evidencia y la ocultación, lo real y lo abstracto.
![]() |
en Facebook esta exposición | comparte en Twitter esta exposición | Como llegar |
|
TODAS LAS EXPOSICIONES DE ESTE ESPACIO
|