El Laberinto Luminoso presenta un Varela vanguardista, experimental e integrado en la cultura artística de su tiempo. Con una obra vasta, buena parte de ella pendiente de investigar, que se ramifica en variantes técnicas, estéticas y expresivas.
Un artista comprometido con un tiempo histórico, con un territorio identitario (Alicante y su provincia) y con una ética inquebrantable (el idealismo de corte humanista que dominó la escena intelectual antes de la guerra). Ya en su madurez, Varela fue un intelectual atrapado por la inanidad moral y cultural del franquismo de provincias y por sus propios problemas mentales y emocionales.