CHINA fue el gran centro productor de objetos exóticos destinados a decorar las estancias reales y cortesanas desde el siglo XVI al XIX. La demanda hizo que comerciantes y artesanos se especializaran en crear un mercado de objetos para clientes europeos. Estos productos de encargo no eran concebidos como piezas de arte chino, sino como obras producidas para la exportación, existiendo ciertas diferencias entre las piezas que se realizaban para el comercio y el valor artístico de la producción interna.
Rafael Beltrán de la Llave presentó el 3 de noviembre de 1970 a la Excma. Diputación Provincial de Alicante más de 500 objetos pertenecientes a su familia. Entre la diversidad de piezas con las que cuenta la "colección Beltrán Ausó", como así quiso que se llamara en honor a su padre, hay una serie de objetos orientales. Estos podrían haber sido adquiridos por esta familia burguesa gracias a su relación con el Puerto de Alicante, uno de los principales puntos de comercio en el siglo XIX, y debieron formar parte de alguna estancia decorada con estilo "chinesco" u "orientalista", como se popularizó en la época. Lo más destacado del conjunto es la serie de pinturas chinas realizadas con gouache sobre "papel de arroz" y con temática costumbrista destinada a la exportación que se conservan en MUBAG, Museo de Bellas Artes Gravina; un abanico fijo y, una talla de marfil y dos jarrones japoneses; una caja de juegos, dos farolillos y varios abanicos chinos que, se conservan en el MARQ, Museo Arqueológico de Alicante.
El MARQ ha colaborado con el préstamo de parte de sus piezas de origen oriental, procedentes de colecciones que con ellos compartimos como la mencionada colección Beltrán Ausó, la colección de cerámica Ramón Quiles y las armas y azulejos del Fondo Histórico. Gracias a este gesto se ha podido preparar esta exposición que completa nuestra serie de pinturas chinas y que refleja el gusto por lo oriental de la burguesía del siglo XIX en Alicante.