“Casi toda mi obra es como un diario de vivencias, las mías propias y de mis contemporáneas, mujeres como yo. Hago arte textil porque su plasticidad me interesa como medio y por la significación que le confiere la tradición a las llamadas labores de aguja dentro del contexto femenino más tradicional. Y sobre este espacio “mío”, me explayo cosiendo y bordando como quien pinta o dibuja. Una mujer siempre al centro, protagonista, se desnuda y cuenta sus tretas de supervivencia; toma el aire y salta en un acto de esfuerzo supremo y de sanación”.