Carlos Pérez Siquier nació en 1930 en Almería. Siempre residió en su ciudad natal, lo que no le impidió mantener relación con los principales agentes de la fotografía, tanto española como internacional. Además de su trabajo curatorial para la revista AFAL en las décadas de 1950 y 60, fue de suma importancia su trabajo en los anuarios Everfoto que en la década de 1970 aunaron el esfuerzo creativo de la generación AFAL y la generación de la revista Nueva Lente.El trabajo fotográco de Carlos Pérez Siquier tiene su origen en los años de Afal, en los que retrata en blanco y negro a los pobladores del barrio almeriense de La Chanca. A partir de 1960 empieza a experimentar la fotografía en color convirtiéndose en el pionero de este medio en España. Guarda de esta época una serie exquisita de rincones de La Chanca vistos con gran sensibilidad hacia lo insólito y el fragmento, rasgos que en lo sucesivo serán característicos de su obra. Su trabajo más original por el que se le ha llegado a conocer en todo el mundo es la serie de bañistas de playa desarrollada a lo largo de la década de 1970. En los años noventa inició una serie basada en toda una variedad de objetos encontrados, una curiosa colección de hallazgos híbridos entre lo natural y lo cultural que recuerdan la mirada crítica de los artistas del pop art. Hoy día sigue fotograando adaptado a las nuevas tecnologías, aportando siempre su mirada crítica al mundo que le rodea, ya sea su ciudad natal o en sus viajes, la naturaleza o el ser humano. Ha recibido los premios más importantes que se otorgan en nuestro país, entre los que destacan el Nacional de fotografía en 2003, el Bartolomé Ros de Fotografía de PhotoEspaña, la medalla de oro de Andalucía, etc. Y su actividad expositiva y editorial no ha dejado de crecer.

Comisariado: Laura Terré / Pablo JuliáObra cedida por el Centro Andaluz de la Fotografía

En los años cincuenta del pasado siglo el reportaje fotográco en España comenzó a dar señales de madurez expresiva y lenguaje propio. Ya no se trataba solamente de reproducir con exactitud fotoquímica la realidad circundante sino de aportar miradas diferenciadas y criterio personal a la narración visual. Este hecho estuvo liderado por una generación de jóvenes inconformistas que supieron interpretar las tendencias constructivas de la imagen fotográca que desde la Bauhaus se extendieron por Europa y prerieron el riesgo de experimentar un camino propio en el desolado panorama fotográco de aquel momento en nuestro país.Ramón Masats fue uno de ellos. Con apenas veinte años, decidió ponerse a prueba con un trabajo sobre las estas de San Fermín. Decidido a ser profesional, se presentó en la Real Sociedad Fotográca de Madrid con estas fotografías intuitivas y rompedoras que le señalaron desde entonces como referente de modernidad y renovador del lenguaje fotográco. Participó en los colectivos que dotaron de base ideológica a este resurgir como el grupo AFAL y LA PALANGANA y desarrolló su ocio de narrador documentando los ritos y tópicos de la idiosincrasia patria en las revistas de la época. Su mirada irónica y ácida construyó un discurso personal sintetizado en imágenes que se convirtieron en auténticos iconos de la fotografía española de reportaje.En esta exposición, junto a algunos de sus iconos ya clásicos, se exhiben imágenes nunca expuestas de su primer acercamiento a la fotografía en las que se advierten los ejercicios interpretativos de las reglas compositivas de la fotografía a la vez que sus primeros riesgos en la ejecución de su doctrina fotográca. A saber: economía de medios en el contenido expresivo y puntería gráca en la ejecución.

Comisariado:Chema ConesaObra cedida por la Galería Blanca Berlin